miércoles, 16 de noviembre de 2016

Y TÚ ¿CÓMO MANDAS LAS TAREAS?

Hoy no hablaré de nada relacionado con la técnica, voy a comentar las diferentes maneras que tenemos de decirles a nuestros subordinados que realicen alguna tarea o de corregir cierto comportamiento.


LA AUTORIDAD QUE TENEMOS

Normalmente, las personas que ostentan cierta posición de responsabilidad dentro de una jerarquía empresarial deben conseguir unos objetivos, y para poderlo hacer se puede contar con una serie de colaboradores (yo prefiero llamarles así, en lugar de subordinados) que nos ayudarán a conseguirlo. También se puede dar el caso de que seamos nosotros solos, pero no es el objeto de éste post.

Tenemos varias opciones para elegir la forma en la que nos relacionaremos con nuestros colaboradores;
  1. Ordenar que se hagan las tareas sin más.
  2. Pedir opinión y luego ordenar las tareas sin tenerla en cuenta.
  3. Difundir el objetivo que tenemos que cumplir, analizar junto con los colaboradores las acciones que debemos realizar para alcanzarlos y repartir conjuntamente las tareas.

Puede que alguno/as de los que miráis mi blog os encontréis en situaciones distintas dependiendo del tipo de colaborador que tenéis, no es lo mismo un colaborador adecuado para las tareas que se le encomiendan, que uno que no lo está.

Si tenéis colaboradores que no están capacitados para realizar las tareas que se le pedirán (cosa bastante frecuente por desgracia), en el análisis conjunto os daréis cuenta, y podréis poner en marcha un plan para aumentar sus capacidades.

Aunque lo más común es tener colaboradores que no los hemos elegido, pero que debemos tenerlos. Si no son adecuados para las tareas y son impuestos, indica que el servicio de reclutamiento de personal no ha realizado muy bien su función, y posiblemente tengas una buena oportunidad de mejorar tu unidad de trabajo si dispusieras de perfilas distintos en tus colaboradores.


Ordenar que se hagan las tareas sin más.

Ésta es una situación que suele darse cuando los colaboradores no son los adecuados o cuando el responsable del equipo es del tipo "ordeno y mando", bastante común por desgracia. Si es tu caso te aconsejaría;
Si el equipo no es el adecuado; o bien los formas, o los sustituyes.
Si eres del "ordeno y mando"; cambia tu forma de pensar y de actuar (actuamos como pensamos), nunca conseguirás las metas más altas a las que puedes llegar.

Normalmente suele darse en líderes autoritarios y personalistas, que sólo desean ascender a costa de todo.


Pedir opinión y luego ordenar las tareas sin tenerlas en cuenta.

Si estás en éste grupo es porque te interesa crear una imagen de trabajo en equipo que no tienes, tus colaboradores no son tontos, se dan cuenta rápidamente cuando actúas así.

La actitud de los colaboradores suele ser la de aparentar colaboración, pero lo que en realidad hacen es colaborar lo mínimo posible porque saben que el esfuerzo que pueden hacer no obtendrá recompensa

No obtendrás los mejores resultados, más tarde o temprano se te verá el "plumero" por parte de tus superiores, y posiblemente no te propongan para otros puestos.

Tendremos un equipo poco eficiente y fuera de sintonía con su líder.


Difundir el objetivo que tenemos que cumplir, analizar junto con los colaboradores las acciones que debemos realizar para alcanzarlos y repartir conjuntamente las tareas.

 Ésta es, bajo mi punto de vista, la manera de disfrutar de un buen ambiente de trabajo, disfrutar de dedicación de los colaboradores, y tener un crecimiento máximo de todo el equipo consiguiendo metas difíciles de alcanzar por otros equipos.

Veamos algunas de las ventajas que tendremos;
  • Te darás cuenta de cómo piensan y de sus debilidades, lo que te permitirá acertar con su formación.
  • Podrás explicar cualquier cosa que suceda a tus superiores, y además con precisión.
  • Conocerás hasta dónde podrás llegar en el futuro, pudiendo anticipar las acciones oportunas para adaptarte.
  • Los colaboradores estarán motivados por lo que hacen.
  • Se crearán sinergias entre todos aumentando las capacidades.
  • Todos estarán al corriente de lo que sucede, y podrán tomar decisiones si es necesario.
  • Los resultados serán insuperables.
  • TENDRÁS UN EQUIPO.


¿ESTAMOS PARA MANDAR? O ESTAMOS PARA MEJORAR.

Podemos encontrar muchas variantes más de cómo ejercer el mando, pero básicamente podríamos encuadrarlas en las tres que he comentado.

Lo importante es tener siempre presente lo que queremos, y bajo mi punto de vista es mejorar cada día lo que hacemos.

Estamos para mejorar las relaciones del equipo, la formación, la colaboración, la capacidad y el rendimiento.

La mejora del rendimiento sólo se consigue con la 3ª opción, puede que comportarse como la 1ª o la 2ª de las opciones nos dé unos resultados momentáneos que nos permita sacar pecho durante un tiempo, pero no nos dará resultados mantenidos en el tiempo con el mínimo esfuerzo, ni seremos líderes en lo que hacemos.


¡ESTAMOS PARA MEJORAR!

Si estás en la zona de Alicante y necesitas ayuda puedes contactarme (no hay coste), y si prefieres hacerlo por medio del blog o el email, también puedes contar conmigo.

Saludos y hasta la próxima entrada.


2 comentarios:

  1. Buenas Antonio.
    Un planteamiento que comparto y que en medida de lo posible pongo en práctica.

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    1. Me alegro mucho de que lo hagas, deduzco que vivirás en un buen ambiente de trabajo con tu grupo. Cuando menos necesarios son los mandos, mejor capacitados están sus colaboradores (y digo colaboradores, no subordinados).

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