domingo, 19 de mayo de 2019

GESTIÓN DE PEQUEÑAS EMPRESAS I, ¿QUÉ ES UNA EMPRESA?



Hola de nuevo a todos los que tenéis la buena costumbre de leer mis blogs.

Hace algunos meses que no publicaba nada, he estado un poco atareado con un asesoramiento que realizo como voluntario, y cuyos beneficiarios son los emprendedores que quieren iniciar negocio con una idea y las pequeñas empresas que necesitan ayuda.

Voy a comenzar con una serie de entradas (y que en este momento no sabría decir cuantas serán) sobre tomas que podrían ser comunes a los emprendedores. Comenzaremos por lo más básico, y que la mayoría de emprendedores no tiene claro.




¿QUÉ ES UNA EMPRESA?

Sobre todo, una empresa es una organización que consume recursos, y que durante su funcionamiento ingresa más recursos de los que ha utilizado. Parece una tontería, pero es lo primero que se debe de tener en cuenta, tanto si se quiere emprender como si ya tenemos una empresa funcionando.

Partiendo de esta primera premisa, intentaré comentar aquellos aspectos que pueden estar más o menos relacionados con el éxito a la hora de conseguir el objetivo de generar más ingresos de los que se consumen. Propongo la siguiente clasificación para el análisis.
* La motivación por el proyecto.
* Los aspectos legales.
* La preparación del emprendedor/empresario.
* Los recursos necesarios.
* Los colaboradores.
* El motivo de los ingresos.
* La competencia.
* La longevidad en el tiempo.


Vaya por delante que es una clasificación particular mía, pero que pienso que compartiéndola públicamente podría ayudar de alguna manera a emprendedores y pequeños empresarios.



LA MOTIVACIÓN POR EL PROYECTO

Es lo primero que se debe plantear, ¿Qué motivo se tiene para dar el paso?
- No tienes ingresos ni trabajo.
- Te gustaría tener tu propia empresa.
- Un familiar se retira y tienes que hacerte cargo del negocio.
- Piensas que tienes una idea o producto que es único.

Yo diría que dentro de las cuatro opciones anteriores podríamos clasificar todos los motivos que las personas podrían tener para decidirse a dar el paso, analicemos cada una de las motivaciones.

No tienes ingresos ni trabajo. - De todas las opciones esta es la que menos garantías de éxito podría tener, y los motivos son obvios. El emprendedor se encuentra en una situación de presión debido a la urgencia en la toma de decisiones, es España existe un subsidio de desempleo, y también existe la posibilidad de capitalizar el mismo para emprender como trabajador autónomo.

La situación puede agravarse si la cantidad disponible para la capitalización del subsidio no es suficiente para emprender, y se decide buscar financiación entre familiares y allegados o en bancos que confíen en el emprendedor hipotecando sus bienes.

Existe un riesgo muy alto de quebranto, ya que sacar adelante un negocio requiere conocer el producto o servicio en el que se basa (saber hacer) el mismo, saber cómo funciona (conocer el sector) el mercado, estar bien informado sobre la (análisis DAFO(FODA) competencia y saber cómo actuar (conocimientos de gestión) ante las distintas situaciones.

Puede que se domine alguna de las habilidades que se requieren, pero seguro que la presión por la inmediatez de la decisión da como resultado que se tengas lagunas en alguna de ellas, y el resultado pude ser catastrófico; no poder devolver el dinero que nos han prestado amigos o familiares, pérdida de patrimonio en garantía.

Como vemos, la situación que nos podemos encontrar es mucho peor que la que teníamos antes del emprendimiento.

Te gustaría tener tu propia empresa. - Es una opción fuertemente asociada por la inquietud empresarial, y en principio no sería una mala motivación de partida. Las personas que tienen la inquietud de establecerse por su cuenta suelen dedicar tiempo a informarse de todo aquello que suele ser necesario para emprender.

Los aspectos a mejorar para poder hacerlo quizás se encuentren en la falta de experiencia en aquellos aspectos relacionados con la experiencia real de hacerlo. El gestionar adecuadamente los recursos de todo tipo, la complejidad de las relaciones con los clientes, etc.

Un familiar se retira y tienes que hacerte cargo del negocio. - Aquí nos encontraríamos bajo una situación de fuerte presión por responsabilidad. Podríamos tener experiencia en el mismo o, por el contrario, podría ser que nunca hayamos prestado atención al mismo y debamos hacerlo ahora de manera urgente.

Si tenemos experiencia en el negocio por haber estado trabajando en el mismo, pero no lo hemos hecho como gestor del mismo, partimos con la ventaja de tener un negocio en marcha, con unos proveedores, clientes, y puede que hasta personal que nos generan ingresos.

En cambio, si no hemos tenido experiencia en el mismo, y debemos de asumirlo, se esfuma la ventaja y partiríamos en peores condiciones.

Uno de los problemas principales que encontraremos es que ya existe una manera de gestionar establecida por los gestores anteriores, y los cambios que pensemos que deben realizarse suelen crear conflictividad si no se consensuan adecuadamente.

Los retos que se presentan ante esta situación son la realización de un análisis general del negocio para evaluar su evolución, el estado actual y la previsión de futuro del mismo, y lo más importante, hacerlo de la manera adecuada para que la persona que abandonará el negocio esté al corriente de los análisis que realizamos y entienda el motivo de los cambios que queremos hacer.

Piensas que tienes una idea o producto que es único. - Esta sería la opción de la mayoría de las personas que se deciden a emprender, han desarrollado una idea durante bastante tiempo, se han retroalimentado con la posibilidad de éxito si la llevaran a cabo, y tienen un fuerte deseo de llevarlo a la práctica.

Lo normal es que se hayan centrado en su idea, pero que no hayan dedicado mucho tiempo al resto de aspectos relacionados con un negocio. Una idea brillante, por si sola, no garantiza el éxito de un negocio.

La elección de las personas que colaborarán con em emprendedor, y de nuevo, la gestión de clientes proveedores, competencia, etc. pueden llegar a ser una piedra en el camino, o quizás el uro insalvable para poder seguir.


Bueno por hoy ya tenemos bastante, en la próxima entrada del blog seguiremos con los aspectos legales y demás temas pendientes.

Mi consejo de hoy; buscar siempre alguien que os pueda aconsejar, que tenga la capacidad de haceros ver todos aquellos aspectos que se os han pasado por alto, y que los entendáis antes de decidiros a emprender o a gestionar un negocio. Seguro que saldréis ganado si lo hacéis.

Si queréis comentar sobre el tema lo podéis hacer en el blog, o me podéis mandar un email a elmejorexperto.as@gmail.com

Un saludo a todos.