sábado, 13 de febrero de 2021

¿CUÁNTO SABES DE TU EMPRESA?

 Saludos a todos los seguidores, hace tiempo que no os ponga nada. Mis disculpas, sigo vivo.

He elegido un tema muy importante para las asesorías que realizo en el voluntariado de SECOT (secot.org).

Una de las primeras preguntas que nos hacemos cuando tenemos una solicitud de asesoramiento es precisamente la del título de post, pero no se lo preguntamos a los asesorados, sino que utilizamos el método Canvas para conocer dicha información.

Y esto ¿Es muy importante o poco importante?

¡ES VITAL!

Veamos lo que podría en distintos supuestos.

Supuesto A

Una actividad es muy rentable, y los beneficios que aporta son tan grandes que puede quedar oculta una gestión que en realidad no es la más adecuada. Lógicamente, es muy raro que en una situación como la que comento nadie solicite ayuda de un asesor, pero podría tener un problema en el futuro.

Cuando un competidor quiera replicar el modelo negocio debido a su efecto llamada, que tarde o temprano lo harán, puede que lo haga más eficientemente porque lo ha analizado antes de ponerlo en marcha.

Posiblemente encuentre la manera de generar ventajas competitivas por medio de mejora de tareas, por tener el personal más eficiente y formado, por la gestión de tesorería, por la atención al cliente, por ofertas de nuevos productos, etc.

La continuidad en el mercado se vería seriamente comprometida.


Supuesto B

La actividad no es muy rentable, y peligra la continuidad en el mercado. Es una situación en la que se podría estar pensando en solicitar la ayuda de un asesor para que aconsejara sobre el motivo por el que no se obtiene la rentabilidad.

El trabajo del asesor consistiría en primer lugar en conocer hasta qué punto llegan los conocimientos del asesorado sobre su problema, y para ello se deberá investigar sobre el producto, los clientes, la comunicación, el control económico, la gestión, etc.

Una vez disponemos de la información, podemos proponer si trabajamos sobre la oferta de productos, la gestión/formación, los costes, etc. La prioridad dependerá del análisis acción/resultados que se realiza junto con el asesorado, teniendo en cuenta su situación particular, sin descartar actuar en todos los ámbitos con un orden lógico de actuación.


Supuesto C

La actividad no es rentable y se busca la ayuda del asesor con un margen de actuación corto. Posiblemente se busquen recursos económicos, opinión sobre cerrar y seguir, etc.

Es la situación menos deseable, lo normal es que ya no haya margen para mejorar nada, si es que lo había. Se deberán buscar acciones paliativas que minimicen el problema dentro de lo posible.


Situación D

No existe la actividad, pero se está considerando ejercerla, bien porque se piensa que se ha tenido una buena idea, bien porque se quiere continuar o comprar un negocio en marcha, o por cualquier otro motivo.

La diferencia aquí consiste en que no se puede disponer de la información sobre cómo se están realizando las cosas, pero sí que se debe realizar un análisis pormenorizado de la idea con dos objetivos; comprobar la capacidad del asesorado para sacar a delante la idea, y estimar la viabilidad o no de la idea presentada.

Es posible que el análisis de viabilidad se confirme como positivo, pero que se requiera de una cierta formación del asesorado para llevarlo a cabo, pero también se puede dar el caso de que el perfil del asesorado no sea el adecuado para hacerlo.

Pero sin descartar que confluyan dos aspectos negativos a la vez, que la idea no sea viable y que el asesorado no reúna el perfil necesario.


Conclusiones

Como podemos ver, conociendo la respuesta al título del post (¿Qué sabes de tu empresa?) obtenemos una información importante para poder realizar las asesorías con cierta garantía, que no quiere decir que sean favorables o no para el asesorado, sino que nos aporta pistas importantes sobre la capacidad del asesorado.

El resto de los datos necesarios para culminarla vendrían del análisis de la idea o negocio.

Las mejores situaciones para solicitar una asesoría serían los supuestos A y la D, siendo la C la menos recomendable, ya que indicaría que ha existido una mala idea o gestión.

Yo recomendaría asesoramiento en el supuesto A para conocer los puntos fuertes y los débiles que permitan elaborar un plan de acción basado en los resultados y revisable en el tiempo, que permita mantener la situación de liderazgo.

En el supuesto D es básico el asesoramiento antes de hacer nada.

En el supuesto B ya encontramos un condicionamiento sobre las posibles propuestas, y una situación que puede que se revierta o no dependiendo de la situación.

El peor de todos sería el supuesto C, situación que no dejaría ningún margen para la mejora.

Todo lo que necesitamos para realizar una buena asesoría es el modelo Canvas, pero no todas las maneras de realizar el modelo Canvas nos sirven para realizar una asesoría en condiciones.

Se habla mucho del modelo, muchos lo utilizan, pero la mayoría de los que lo hacen no aprovechas sus posibilidades.

Desde aquí quiero resaltar la bondad del modelo, pero a la vez criticar la utilización indiscriminada por parte de personas que no están preparadas para hacerlo, que simplemente la utilizan como algo de moda o estético que queda bien.  

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